“Espai dodecaedre” es un local cerca de la Pza. de las Glorias en Barcelona, dirigido por la excelente persona Maria Martinez, que ofrece talleres de distintas metodologías, todos ellos pensados para el acompañamiento en procesos de autoconocimiento, bienestar y crecimiento personal y profesional.

A través de un amigo común, Mario, me propusieron conducir un curso de mindfulness en el formato en el que estoy especializado (Programa MBSR), aportando ellos las personas participantes fruto de sus propios contactos y la publicidad que hacen en las diferentes redes sociales. Acostumbrado a trabajar con personas ya conocidas como pacientes o ex-pacientes, me apetecía acompañar un grupo de personas completamente desconocidas de entrada para mí.

La propuesta hecha a finales del año pasado tuvo que esperar el bache de actividades que supuso el cambio de despacho que acabó en el mes de febrero.
Así pues, anteayer, lunes 12 de marzo, era la charla informativa gratuita. Mi anfitriona, Maria, y su encantadora hija Núria, habían dispuesto la sala grande con suficientes sillas para las 60 personas que se habían apuntado a través de la web espaidodecaedre. Aunque por su experiencia ya sabían que de todas las personas que se apuntan por internet solo el 50% acaban acudiendo al acto… Ya estaba todo a punto, era cuestión de esperar.

Paralelamente, en la sala pequeña del piso superior estaba prevista otra charla informativa sobre otro curso, que las organizadoras preveían un máximo de 15 personas. Era un curso de “Psicogenealogía. Nuestro árbol genealógico” y parecía interesante. En las explicaciones ponía que “conocer nuestra historia familiar nos muestra las causas originales de nuestro malestar actual“, y propone “indagar en esa información ancestral para comprenderla, transcenderla y que no se repita“… (Como ya sabéis, esa linea terapéutica está bastante alejada de la mía. Pero a pesar de mi reticencia intelectual, he de declarar que no soy nadie para opinar sobre un tema que desconozco y que presupongo útil para la persona, por lo menos en cuanto a la toma de conciencia personal que supone una indagación de este tipo.)

El hecho es que veinte minutos después de la hora, la sala pequeña del piso de arriba donde se presentaba el curso de psicogenealogía estaba llena a rebosar… y en mi gran sala finalmente se presentaron tan solo 10 personas. Aún así, mi entrega en la exposición fue total y espero que a algunos de los/las asistentes algo de lo que les expliqué les fuese provechoso.

Reflexiones:

  • El ‘mindfulness’ no es más que un entrenamiento mental en atención plena. Se trata tan solo de practicar con paciencia el hecho de “estar atento a lo que percibo en cada momento presente, instante tras instante, sin juicios ni expectativas”… ¿¿Se os ocurre algo menos apasionante, de entrada, que esto?? ¡¡¡No hay análisis profundos, ni elucubraciones, ni interpretaciones sobre las que dar cien vueltas!!!… Lo menos que podemos decir es que es muy “austero” y “soso”.
  • Pero, si aceptamos entrar en el juego, los resultados son espectaculares. Es sin duda el camino más difícil, pero probablemente sea el más eficaz para interpretar y resolver desde uno mismo nuestros problemas.

 

  • Pero parece ser que los seres humanos tendemos mas a atribuir las causas de nuestros males a circunstancias externas, del tipo “estoy teniendo estos trastornos emocionales que no consigo solucionar porque mi mama no me quiso de pequeño…”, cuando ya se sabe que bien bien no es así. Es la interpretación que mi mente sigue haciendo de aquel hecho del pasado, lo que genera mi reacción emocional en el present. Pero claro, esto es atribuirse el 100% de responsabilidad a uno mismo… No es tan fácil aceptarlo.

 

  • Finalmente, un colega a quien expliqué la anécdota de mi charla informativa, me envía este dibujo. Me hace sonreír. Sí que creo que un poco las cosas van por ahí…