Intervención terapéutica combinada (cognitiva y postural) en algunos casos de dolor de origen psicosomático.

  • Dentro del campo de la “medicina psicosomática”, entendida como la parte de la medicina que diagnostica y trata los trastornos somáticos (orgánicos o funcionales) generados por trastornos psicológicos (generalmente trastornos de ansiedad y afectivos, de tipo “neurótico”).
  • Se tratan los casos de personas que presentan una sintomatología dolorosa que ya hayan descartado un diagnóstico de enfermedad orgánica por parte de las especialidades médicas correspondientes.
  • Estos casos vienen derivados tanto de traumatología (o osteopatía) en casos de dolores crónicos y recurrentes (60%), como de psiquiatría o psicología cuando la persona presenta una queja somática específica, o trastorno de somatización (30%). Otras derivaciones representan el restante (30%)
  • Se tratará de determinar si el que presentan estas personas es un dolor que denominaremos de origen ‘emocional-postural’, y por lo tanto susceptible de ser tratado con esta intervención terapéutica combinada (cognitiva y postural) de breve duración.

A) DIAGNÓSTICO del DOLOR generalmente referido a columna vertebral (cervicalgia, dorsalgia y lumbalgia), tórax, hombros, pelvis, cráneo o extremidades; o de determinados SÍNTOMAS (mareo, inestabilidad, vértigo, o parestesias) que pueden estar provocados por tensiones musculares de origen emocional, o emocional-postural.

HIPÓTESIS DEL TRABAJO: Toda emoción (ansiedad, rabia o depresión) tiene un componente físico que se traduce objetivamente en tensiones musculares que son específicas para cada individuo. Estos estados tensionales pueden originar trastornos de tipo postural [desequilibrios en las sinergias músculo-esqueléticas que mantienen la actividad tónico-postural ortostática]…y, llegado a un cierto grado de desequilibrio, pueden causar y mantener dolores agudos o crónicos.

(La rehabilitación médica y/o la intervención osteopática equilibran adecuadamente estas sinergias, pero en determinados casos donde las tensiones musculares son la lesión primaria, el mantenimiento de los estados emocionales trastornados por parte de la persona, hace que se reproduzcan los dolores de forma crónica o aguda recidivante)

B) TRATAMIENTO del DOLOR:

1º: Sobre el componente cognitivo de las emociones (ansiedad, rabia o depresión), y de determinados sentimientos comunes (culpa, vergüenza) que pueden estar en el origen del síntoma doloroso.

Se utiliza casi de manera exclusiva la Psicoterapia cognitivo-conductual (R.E.B.T.)

  • Se busca la conciencia y aceptación de responsabilidad por parte del paciente en su trastorno emocional, planteando la idea de que probablemente son sus propias creencias irracionales las que causan los estados emocionales patológicos. Se ofrecen alternativas cognitivas racionales, fomentando la libertad de la persona para escoger una filosofía de vida mas adaptada.
  • Si el estado emocional está generado o mantenido por “traumas” en el pasado de la persona, se utiliza el mismo enfoque cognitivo-conductual a través de la técnica EMDR, de reconocida eficacia sobre el Trastorno de Estrés Post-Traumático.

2º: Sobre el componente físico de las emociones, que es el que provoca directamente el síntoma doloroso.

Se utiliza una técnica de Reeducación postural (D.F.A.)

  • Es una técnica desarrollada en EUA, muy simple en sus fundamentos. Ayuda al paciente a tomar conciencia del “gesto” postural que involuntariamente hace como expresión física de su sentimiento o emoción. Y se le ofrece como alternativa la reestructuración del sistema tónico-postural “standard”, manipulando con movimientos muy suaves y profundos el sistema músculo-esquelético y el sistema de fascias, en decúbito supino sobre una cómoda camilla y con ropa de calle. Luego, en bipedestación, la persona compara propioceptivamente su estado habitual con el obtenido después de la sesión, y se fomenta la libertad de elección entre su hábito postural conocido y un porte más natural, cómodo y desahogado.

Se trabaja paralelamente las dos intervenciones, cognitiva y postural, y en algunos casos se proponen tareas simples para realizar en casa.

C) OBJETIVOS:

En la actitud terapéutica hay una total adaptación a la demanda inicial

El objetivo final del tratamiento es conseguir la máxima autonomía de la persona para que en el futuro pueda solucionar por sí misma el síntoma doloroso sin generar dependencia hacia la terapia.

D) DURACIÓN del TRATAMIENTO:

La mejoría de los síntomas se observa ya desde la primera sesión de reeducación postural.

Y suele ser suficiente una intervención breve: entre 4 y 8 visitas, con una periodicidad semanal y/o quincenal, para conseguir un cambio estable en el sistema tónico-postural.

(Aunque en algunos casos, cuando el problema es caracterial, es necesario un trabajo cognitivo-conductual que puede llegar como máximo a unos seis meses.)

E) PRONÓSTICO:

La remisión total de los síntomas (o bien la capacidad de gestionarlos de manera adecuada si éstos aparecen de nuevo en un futuro) se ha conseguido en el 75% de los casos de los pacientes con los que he trabajado con esta técnica desde hace 30 años.