El dolor en la consulta médica

(Artículo extraído de una entrevista realizada al doctor Daniel Samper, coordinador de la Clínica del Dolor del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, en La Vanguardia 02/08/2010)

 

El dolor es el síntoma más frecuente que lleva a la primera visita en atención primaria, llegando alrededor del 80% de las consultas médicas.

 

El dolor se entiende como un síntoma que moviliza al paciente hasta la consulta del médico. Las molestias pueden llegar a ser incapacitantes, alcanzando extremos que lo convierten en un dolor insoportable.

  • En estos casos hablamos de un dolor que afecta a la calidad de vida de la persona, a sus funciones físicas, mentales y sociales, haciendo que todo se torne negativo.

Según una encuesta realizada  en 16 países europeos sobre este tema en nuestro país la prevalencia del dolor crónico es del 12% de la población, unas cifras algo inferiores a las de otros países europeos como el Reino Unido (30%), Italia (20%) o Noruega (30%).

El tipo de dolor que más consultas genera es el musculo-esquelético, es decir, el relacionado con las zonas ligamentosas, las partes musculares y las articulaciones.

  • De hecho, un 60% de los pacientes con dolor crónico tiene un dolor de éste tipo, que se traduce en ciáticas, reumas, artritis, lumbalgias, etc.
  • Una encuesta elaborada por la Sociedad Española del Dolor indica que la prevalencia del dolor crónico es del 80%, es decir, que 8 de cada 10 paciente lo sufren.
  • Las zonas del cuerpo donde más incide el dolor son la espalda, la rodilla y la cadera.
  • En la población general no hay diferencias de afectación por sexo, aunque en las unidades del dolor son mujeres en un 65%.
  • Por lo que se refiere a la edad media en que las personas acuden a este tipo de unidades se sitúa en los 59 años, aunque cada década ocupa un 20% de los pacientes.

Si tenemos en cuenta que el dolor va asociado a estrés, incapacidad funcional, insomnio, etc., no es difícil imaginar que las áreas de la vida del paciente que quedan afectadas por las molestias son todas.

  • En la mayoría de casos el enfermo debe dejar de trabajar y tampoco puede realizar una actividad física cotidiana de forma regular.
  • Los pacientes duermen mal y las repercusiones en su calidad de vida son inmensas.
  • Un 50% de estas personas tiene limitada la vida laboral, un 70% ve disminuida la deambulación, un 30% padece depresión, el 80% tiene problemas de sueño, y un 20% presenta disfunciones sexuales.

En cuanto a los costes económicos del tratamiento del dolor crónico, se invierte en ello un 2,5 del PIB del país, es decir, que unos 3.000 millones de euros constituyen el gasto anual en este tipo de pacientes.

  • Ya no solo son las procedimientos diagnósticos, fármacos, etc., sino que también hay que recordar que son personas que dejan de trabajar y por tanto de producir.

Los pacientes solicitan con la mayor urgencia posible que les quiten el dolor o por lo menos que se lo reduzcan.

  • También solicitan una mayor agilidad en los tratamientos y en la realización de las pruebas diagnósticas, ya que desde la primera visita hasta que se determina la patología pueden transcurrir meses.
  • Por otra parte se requiere que los fármacos se toleren mejor, además de que las pruebas diagnósticas sean más sensibles para que detecten aspectos que hoy en día siguen pasándose por alto.

 

Los TRATAMIENTOS en medicina, tal y como explica el doctor Sampere, vienen dados por una serie de protocolos que establecen unos grupos de trabajo de las sociedades científicas que rigen esa especialidad.

  • Existe una Asociación Mundial para el Dolor, que es donde se determinan cuales son los tratamientos para abordar el dolor.
  • También hay una asociación de este tipo a nivel europeo y español, además de los congresos y revistas científicas que colaboran en el dictamen de las pautas para tratar el dolor.