El concepto de “psicosomático”


El modelo médico  se consolidó a finales del siglo XIX basado en un modelo de ciencia descrito por Descartes, Newton y Galileo. Pero ese modelo que hoy llamamos “biomédico”  no podía, por su propia metodología, abordar el estudio de los aspectos psicológicos y sociales de las enfermedades humanas.

Pero a mediados del siglo XX, unos cuantos investigadores abrieron por fin perspectivas que permitían estudiar las interacciones entre lo psicológico y lo fisiológico en el ser humano, e iniciar así la observación y estudio de todos aquellos aspectos que interaccionaban con lo puramente biológico.

Este sería un breve resumen de las diferentes aportaciones en la historia del concepto de psicosomático:

Historia del concepto psicosomático

  1. La escuela ‘psicoanalista’ fue uno de los primeros impulsores de la investigación psicosomática aportando un marco teórico que introdujo conceptos como represión de afectos e impulsos, somatización, racionalización, negación o proyección que pueden tener valor explicativo en la formación de síntomas y en alteraciones de la conducta. Parte del supuesto de que ha habido un conflicto emocional en los primeros años de vida, y que la persona ha organizado su personalidad fundamentalmente para evitar la ansiedad; entonces, cuando el mecanismo de defensa utilizado fracasa por razones externas, internas o ambas, es cuando aparece la enfermedad.
  2. La escuela ‘cortico-visceral’ (Pavlov) descubre las relaciones entre la corteza cerebral, los sentidos y las vísceras. La confluencia de señales externas e internas en neuronas y circuitos neuronales posibilitan el condicionamiento y el aprendizaje visceral a estímulos externos. Así, en la historia de una persona, pueden darse situaciones que facilitarán la excitación de esos circuitos cortico-viscerales de una manera persistente. En estos casos la conducta no es capaz de eludir o modificar esta excitación persistente, lo que ocasiona una sobrecarga funcional que se puede traducir en una lesión o en una disfunción del eslabón más débil del sistema implicado en la respuesta.
  3. Los psicólogos ‘conductistas’ señalaron como el condicionamiento operante también contribuye al aprendizaje visceral y desarrollaron técnicas como las de ‘bio-feedback’ y otras con el objetivo de modificar síntomas y disfunciones.
  4. Dentro de la línea cognitivo-conductual, Ellis, Beck, Lazarus y otros han ampliado el campo de interés al proceso cognitivo que se produce al afrontar las demandas ambientales, y a los determinantes irracionales no conscientes de la conducta. Señalan la importancia de los estilos cognitivos, mecanismos de defensa, sistema de creencias, debate racional, estrategias de respuesta y afrontamiento de situaciones, pautas de conducta, factores de motivación y compromiso. Y han desarrollado técnicas de intervención terapéutica cognitivas y conductuales que tratan de obtener cambios favorables en estos factores.

Hoy en día la terapia cognitivo-conductual (TCC) es el tratamiento que ha demostrado mayor nivel de eficacia para el tratamiento de los trastornos emocionales.

Concepto actual

Como ya he comentado en la página de Objetivos del autor, actualmente en todo el ámbito científico se entiende el ser humano en su concepción ‘bio-psicosocial’, que es una visión holística.

  • La Holística alude a la tendencia que permite entender los acontecimientos desde el punto de vista de las múltiples interacciones que las caracterizan. Se refiere a ver las cosas enteras, en su totalidad, en su conjunto, en su complejidad, pues de esta forma se pueden apreciar interacciones, particularidades y procesos que por lo regular no se perciben si se estudian los aspectos que conforman el todo, por separado.

Así pues, desde hace unas décadas y debido a ese concepto más holístico del ser humano, la medicina comprende las implicaciones psicológicas y sociales que plantean estas conjunto de enfermedades y dolencias que configuran el concepto de “psicosomático”.